Primero la Primera Infancia

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Por: Isabel Segovia Ospina

El Observatorio de gestión educativa de la Fundación Empresarios por la Educación encuestó a funcionarios de 59 de las 96 secretarías de educación de las entidades territoriales certificadas, para conocer sus avances en la implementación de los planes de alternancia, tanto en los procesos de fortalecimiento de la virtualidad, como en los de regreso a la presencialidad. Al indagar sobre los desafíos y temores para lograr implementar la alternancia, la encuesta reveló que uno de los mayores miedos radica en el retorno adecuado de los niños entre 2 y 5 años (más del 80% de los funcionarios lo considera difícil).

La vulnerabilidad y el desconocimiento sobre cómo debe ser la atención y educación de estos niños, asusta. Sin embargo, debemos entender que, a diferencia de lo pensado al inicio de la pandemia, el Covid no los afecta como otras enfermedades respiratorias. La evidencia, ampliamente documentada, demuestra que, entre más pequeños, menos probabilidades tienen de contraer el virus; si se contagian, en la mayoría de los casos son asintomáticos o muestran síntomas leves, y no propagan el virus más que los adultos.

Considerando que debemos aprender a convivir con el virus, es necesario sopesar los riesgos y definir qué es mejor para nuestros niños. Los primeros años de vida son fundamentales para el desarrollo integral; en esa etapa se generan las conexiones neuronales para lograr una vida física y mentalmente saludable. Sin la correcta estimulación, aparecen problemas en el desarrollo imposibles de reparar en el futuro. Adicionalmente, los centros infantiles son más que un lugar para aprender; son espacios protectores y proveedores de oportunidades, no sólo para los niños, sino para la comunidad. Además, cuando la virtualidad está disponible, funciona poco en los procesos educativos de los más chiquitos, justamente porque en esas edades deben estar en movimiento y tener contacto con sus pares y maestros, para un efectivo desarrollo motor, social y cognitivo.

Actualmente todo es difícil, pero posible. A continuación, algunas acciones de fácil cumplimiento que favorecen el retorno de los jardines infantiles: i) mantener espacios ventilados, ii) promover rutinas de lavado de manos, iii) organizarlos en grupos pequeños (7 u 8 niños por adulto), generando grupos burbuja que mantengan el distanciamiento, iv) cuadrar horarios de entrada y salida para evitar aglomeraciones, v) aislar los casos sospechosos y, vi) contar con un sistema de seguimiento y rastreo. Finalmente, sobre el uso del tapabocas: los niños son los más juiciosos con su uso, aunque sería recomendable remover esa instrucción de los lineamientos del Ministerio de Educación, como sugieren varias organizaciones nacionales e internacionales.

Es urgente que la primera infancia vuelva a la presencialidad, ojalá todos los días (cero alternancia). Es a este grupo y a la primaria a los que se debe dar prioridad. Esta decisión tiene un efecto colateral positivo, y es el regreso de las madres al mercado laboral. Estamos tarde y cada vez será más difícil recuperar el tiempo perdido, así que manos a la obra. #LaEducaciónPresencialEsVital.

 

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