Trabajando en red y con las familias para que la educación continúe

Instituciones Educativas

Nombre del Directivo Docente entrevistado: Milena Montoya Martínez
Institución Educativa: Colegio Colsubsidio Maiporé (Urbano)
Municipio: Soacha Departamento: Cundinamarca

Preparación y Motivación

‘modalidad de colegio en casa’

El Colegio Colsubsidio de Maiporé es una institución educativa ubicada en zona urbana de Soacha, que hace parte de la red de colegios de Colsubsidio de Bogotá junto con otras cuatro instituciones educativas. Esta red de colegios en Bogotá trabaja de forma articulada y comparte directrices conjuntas; así, las experiencias exitosas de una institución se replican en los demás. Maiporé inició alternancia en marzo de 2021 bajo el liderazgo de la rectora Milena Montoya Martínez.

Los colegios Colsubsidio solo dejaron de operar un (1) día el año pasado. Ante el inicio de la cuarentena, en marzo de 2020, la directriz de Colsubsidio fue inicialmente regresar a casa durante 15 días, iniciando los preparativos para reiniciar la operación luego de este periodo.

Durante este tiempo se decide informar a las familias que reiniciarían clases a través de las plataformas educativas de Google y ciber colegios, principalmente a través de las herramientas de classroom. Paralelamente, las directivas de la institución organizaron nuevos horarios en los que se articulaban tiempos de estudio sincrónicos y asincrónicos.

Este proceso de educación a distancia se denominó ‘modalidad de colegio en casa’, y se dividió en 3 fases:

En la fase 1 (Marzo – abril, 2020) se hizo la implementación y evaluación de la estrategia con las familias y los equipos de los colegios. Cada padre, madre o cuidador retroalimentaba indicó lo que le gusta y lo que no.

Se comenzó por monitorear el porcentaje de la población estudiantil con acceso a las plataformas y el estado socioemocional de las familias, con miras a identificar las herramientas que permitirían la continuidad de los procesos educativos, las habilidades a desarrollar con los padres para utilizarlas y para para acompañar a los niños más pequeños. Esta información se consolidó en una matriz de riesgo, que permitió orientar las acciones diferenciadas por grados y edades.

Los niños más pequeños debían siempre estar acompañados de un adulto que sirviera de mediador para la realización de las actividades. A los niños de primero en adelante se les enseñó a ingresar al correo y plataforma de Google para iniciar las clases. La retroalimentación de este proceso arrojó felicitaciones y acciones a mejorar, y algunos padres solicitaban más espacios sincrónicos.

 

Las fases 2 y 3 se lanzaron haciendo ajustes respectivos a la fase anterior, con base en la retroalimentación de la comunidad educativa. Antes de implementar cada fase se informó a los padres de los ajustes hechos a través de citaciones personalizadas, capsulas informativas, correos y el consejo de padres.

Para esta etapa se vio la necesidad de ajustar los tiempos de trabajo y se buscaron estrategias para enganchar a los estudiantes, de manera que continúen sus procesos educativos. Así mismo, desde el área de bienestar comienza una estrategia de monitoreo y acompañamiento, tanto emocional como al estado de salud de los estudiantes y sus familias.

Por otro lado, se hicieron alianzas con entidades externas para capacitar a los padres frente al uso de las herramientas TIC, mientras mensualmente se les informaba de los acompañamientos de los ajustes y se continuaban abriendo espacios para retroalimentación. A lo largo del año, los puntos a mejorar pasaron a ser comentarios positivos de las familias.

Se logró un más del 90% de la población estudiantil conectada a las clases virtuales, y se hicieron procesos de flexibilización de horarios con familias donde había varios estudiantes de diferentes grados, pero solo un dispositivo.

 

Alistamiento para la alternancia

Paralelo a la implementación de la modalidad en casa los equipos de las instituciones comenzaron proceso de alistamiento para un eventual retorno en alternancia.

Primero, se realizaron encuestas a los directivos, docentes, padres, cuidadores, personal administrativo y estudiantes para identificar comorbilidades y casos de contagios.  Esto permitió hacer un mapeo y caracterización contextualizada de la comunidad educativa, que se complementó con visitas y llamadas para monitorear el estado de salud de las familias.

Posteriormente, se hizo una revisión de los documentos y leyes expedidas por las autoridades, evaluando los elementos que ya se habían venido construyendo y los que faltaban implementar. Con este insumo se diseñaron protocolos de bioseguridad para cada sede de los colegios, que fueron radicados en los entes de control. En ellos se especificaron ajustes a la infraestructura, funcionamiento del cuerpo docente y administrativo e involucramiento de las familias, entre otros.

Antes de finalizar el año, se informó de los protocolos con el consejo directivo y los consejos de padres. Así, a partir de noviembre se socializó con los padres y acompañantes de todos los grados la estrategia general de retorno a clases para cumplir con el aforo del 35%. Esta implicaba cambios de horario, teniendo en cuenta los espacios requeridos para la toma de temperatura y lavado de manos entre otros protocolos de bioseguridad y la conformación de grupos de alternancia en los que se dividieron los grados para asistir presencialmente.

Los días lunes son días de jornada pedagógica, donde los estudiantes solo asisten hasta la 1:00 pm y el cuerpo docente entra en formación hasta las 4:00 pm. En el contexto de vitalidad y alistamiento para la alternancia, estas capacitaciones se enfocaron en el fortalecimiento curricular y la apropiación de herramientas TIC desde la virtualidad.

Implementación

Luego de una visita en la que la secretaría de salud verificó una lista de 42 requerimientos para iniciar la operación, esta autoridad otorgó los avales para la reapertura.

Previo al inicio de clases, a las familias y los niños se les hizo un video explicando cómo estaban organizados los colegios y como lo iban a encontrar. En el mes de enero se hizo también una reunión con los padres de familia de estudiantes nuevos, donde se les contó de los ajustes curriculares y físicos hechos, así como detalles de la operación.

Al iniciar clases, en marzo de este año, los papas pudieron ver como se aplican los protocolos de bioseguridad con sus hijos y se les ha dado reporte diario de sus hijos. De igual manera se habilitó una plataforma virtual a través de la cual los padres, docentes y personal administrativo deben tomar un curso de bioseguridad como prerrequisito para integrarse a la institución.

Actualmente, se continua el monitoreo de comorbilidades y contagios en la comunidad educativa a través de encuestas mensuales y sondeos telefónicos que las enfermeras realizan diariamente.

Además de esto, la rectora destaca la estrategia de comunicación implementada con la comunidad educativa. El 15 y 16 de enero los padres habían recibido circulares informativas sobre como funcionaría el proceso de reapertura. Igualmente, a los estudiantes se les envían recordatorios y cápsulas informativas con pautas de autocuidado, desde su ingreso a la institución los días 25 y 26 de enero. También se hace seguimiento y orientación telefónica a los padres que manifiestan inseguridad frente al proceso de alternancia.

Retos

El principal reto para esta directiva fue el ajuste de las mallas curriculares. Dicho ajuste se hace anualmente por medio de redes académicas, con las cuales se hacen planeaciones conjuntas y se sincroniza el desarrollo de contenidos en todos los colegios de Colsubsidio a nivel Bogotá. Esto hizo más complejo repensar el currículo y hacer ajustes al proceso de alternancia, pues las actividades estaban pensadas para la presencialidad.

Con la experiencia del año 2020 los equipos de directivos y docentes descubrieron que debían planearse actividades y evidencia para desarrollar competencias de forma simultánea en la presencialidad y la virtualidad. Bajo el modelo de alternancia implementado, el profesor imparte la misma clase a los estudiantes que asisten al aula y a quienes se conectan desde la virtualidad.

Este reto implicaba generar actividades que permitieran desarrollar competencias y romper con lo tradicional, en un proceso que se encontraba adelantado para abordar los retos planteados desde la mesa de educación en la presencialidad. La virtualidad y la alternancia requerían repensar todo este proceso.

Otro reto fue la flexibilización de los planes de inclusión PIAR, del colegio, para incluir en el proceso a los estudiantes con necesidades educativas especiales.

 

 

Aprendizaje que deja la experiencia

Al implementar las estrategias previstas en un principio se aprendió que no todas las clases eran igual de efectivas y que los tiempos para desarrollarlas no podían ser los mismos que se empleaban en un escenario presencial.

De igual manera ya no era posible planear a un año, sino en un horizonte de 3 meses dada las condiciones de incertidumbre propias de la coyuntura actual.

Para esta directiva docente, la conclusión más grande frente al proceso es que lo primero que debe hacerse es un diagnóstico previo para ver con qué recursos se cuenta en la institución, y en el cual se pueda escuchar a los docentes y directivos.

Esto permite partir de lo que hay y reconocer lo que falta, para así enfocarse en lo positivo. No existen los límites en materia educativa, y debe echarse mano de todos los recursos en vez de decir que no es posible.

En este sentido, el recurso humano y en especial el cuerpo docente son el sostén de todo el proceso, debe confiarse en las habilidades y competencias de los equipos, pues los docentes son capaces de establecer relaciones humanas y de ser recursivos.

Finalmente, la imaginación y la necesidad conllevan a la exploración y la innovación. Hay prácticas y herramientas del pasado o del contexto que pueden ser utilizadas por los docentes en las nuevas circunstancias. Por ejemplo, el uso del cuaderno viajero donde los estudiantes plasman su experiencia puede estimular la escritura y objetos como una grabadora y un celular pueden convertirse en herramientas pedagógicas versátiles.

 

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